Muchas veces hemos hablado de la cantidad de minerales y metales que usamos a diario. La verdad es que sin la
minería, la vida de todos los días, como la conocemos, no sería la misma: no nos podríamos levantar a la mañana, no podríamos tener un reloj despertador, porque está hecho de metales, y ni siquiera podríamos usar pasta dental, porque tiene flúor.
Los pañales descartables también son algo que seguramente imaginamos que no tiene incidencia de la minería, sin embargo están constituidos por pulpa de madera y diferentes plásticos, como el polietileno, el polipropileno, y plásticos elásticos ajustables al cuerpo.
Todos estos materiales se producen gracias a minerales que tienen que ser extraídos por la industria minera.
Los nebulizadores, aparatos eléctricos que transforman medicamentos en vapor, también utilizan materiales como plástico y metal. Estos aparatos son muy importantes para personas que sufren de enfermedades respiratorias, por lo cual también nos tenemos que poner a pensar en dónde estaríamos sin la minería en este caso.
Los termómetros también tienen una alta influencia de la minería. No pensemos ni siquiera en los viejos termómetros de mercurio: pensemos mejor en los modernos y electrónicos: estos también se componen de plástico y de metal, por lo cual no podríamos tomarle la temperatura a nuestros hijos sin la minería.
El cobre se utiliza como una forma de transporte de energía, pero además está presente en los cables de Ethernet. Es decir, los cables necesarios para que la computadora se conecte a Internet. Esto quiere decir que sin el cobre, no estarías leyendo este artículo.
Ahora ya sabes las múltiples formas en las que la minería incide en la vida cotidiana. La próxima vez que digas no a la minería, pensá que se trata de una actividad respetuosa con el medio ambiente, y que sigue desarrollando tecnología para transformarse en totalmente ecológica.
