Según una reciente investigación científica, el uso de cierto tipo
de azúcar permitiría reemplazar al cianuro para extraer oro (como el que
se obtiene en la
minería en San Juan)
o para recuperarlo de elementos electrónicos desechados, por un precio
módico y sin dañar el medio ambiente. Así lo afirman los científicos que
habrían descubierto casualmente esas sorprendentes propiedades de un
derivado del almidón.
Más del 80% del oro producido en todo el mundo recurre al cianuro
en sus procesos para disolver el oro y recuperarlo mediante filtración.
Fraser Stoddart, químico de la Northwestern University de Illinois
(EEUU), resumió que han conseguido sustituir al cianuro “por una materia
barata, biológicamente inofensiva, derivada del algodón”. El equipo de
Stoddart asegura que realizó ese descubrimiento de manera fortuita,
tratando de producir en su laboratorio pequeñas estructuras cúbicas
capaces de almacenar gases u otras moléculas.
Zhichang Liu, el principal autor del estudio publicado en la
revista Nature Communications, mezcló el contenido de dos tubos de
ensayo, uno con alfa-ciclodextrina (un tipo de azúcar resultante de la
degradación del almidón por una bacteria) y el otro con una solución que
contenía oro, y de manera inesperada, minúsculas agujas se formaron
rápidamente en la mezcla. “Al principio me sentí decepcionado porque mi
experimento no producía cubos, pero al ver las agujas quise saber más
sobre su composición”, explicó el investigador en un comunicado
divulgado por su universidad. Las verificaciones revelaron que esas
sorprendentes agujas eran complejos de iones de oro capturados por
átomos, agua y ciclodextrina.” Zhichang dio con una fórmula mágica para
aislar el oro de cualquier otra cosa, de manera ecológica”, afirmó
Fraser Stoddart.